"Fundamentos conceptuales de la sociología, Dowse - Soc. General II - SERRANO"
- cecsprensa
- 18 nov 2014
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Problema del orden como central dentro de lo que es la sociología política. Se exponen y analizan las contribuciones de las distintas tradiciones a este tema.
El orden social es para loa autores el proceso por el que las interacciones de los miembros de grupos sociales se convierten en modelos, lo que viene a significar que las interacciones son relativamente estables en el tiempo y que la forma que adoptan puede resultar a veces relativamente previsibles.
Se creía que el problema del orden social había que comprenderlo por sí mismo, el problema era la permanencia de un orden o el cambio del mismo y que la investigación de éste podía llevar a un “cambio controlado”.
El orden es necesario para que exista una sociedad; sin él las personas podrían reproducirse pero no tendrían en que iniciarlos (continuación de la vida social). La vida de las personas y por ende de la sociedad dura un cierto período de tiempo, y es necesario que durante este tiempo las personas no sientan un sentimiento de amenaza o probabilidad de muerte. Relacionan esto con Hobbes quien decía que la vida del hombre en estado de naturaleza es “solitaria, miserable, repugnante, brutal y breve”. Plantean esto como razón por la cual el orden es un problema o preocupación central en la historia del pensamiento social.
Para la constitución de cualquier orden se hacen necesarias las normas o leyes que prohíban la violencia. Salvo excepciones.
El orden no está dado, es un problema real. Todas las sociedades experimentan alguna vez síntomas de ruptura del orden.
La coerción como solución al problema del orden
Los teóricos de la coacción suponen al hombre como un ser naturalmente egoísta, de mente estrecha y ansioso de poder.
Maquiavelo – Hobbes: primeras versiones. El hombre puede cambiar su comportamiento pero su personalidad e impulsos previos a la sociedad permanecen intactos.
En versiones posteriores los impulsos son productos sociales o incluso moldeados por la sociedad. (Freud)
Freud creía que los niños nacían con fuertes impulsos agresivos y sexuales y que si esto se dejaba desarrollar en la mayoría de ellos peligraría la estabilidad social. En el “ello” de la persona se esconden monstruos antisociales pero el “super – yo” es el encargado de controlarlo, si éste no lo consigue caerá sobre la persona el peso de la ley.
La sociedad como conjunto es un mecanismo de coerción que conduce a un modelo de frustración – agresión, que a su vez necesita control.
SI bien muchas de estas teorías elaboran una psicología, esto no es en absoluto lo central de ellas. Las estructuras sociales con el centro de interés de todas ellas. (Por ejemplo Marx)
Para Marx la relación entre conciencia y sociedad no es unidireccional (de la sociedad a la conciencia) sino una relación de interpretación de carácter más dialéctico. No se puede limita a creer que si se cambian las circunstancias se educarán hombres distintos, ya que según él se está olvidando que para que las circunstancias cambien, el hombre debe cambiarlas. Esto produce inevitablemente una división de la sociedad en dos grandes grupos, uno mejor que el otro, el que domina. Para provocar esos cambios estructurales Marx confía en el proletariado, que a su vez se encuentra oprimido y depende de su propio trabajo que resulta expropiado. El proletariado es consciente, como fuerza revolucionaria, de su situación y su destino de derribar al capitalismo (clase para sí misma). El capitalismo es conflictivo, puede ser más o menos abierto, pero que el aparato y la ideología dominante controlan en interés de la burguesía.
Para todas estas teorías de la fuerza (distintas fuentes: configuración psicológica original del hombre o de una conciencia societalmente generada) el conflicto debe ser contenido y es origen del orden social. Según éstos el orden existe como resultado del empleo o de la amenaza de emplear el poder que algunos tienen sobre otros para asegurar su obediencia. El hombre obedece, porque de no hacerlo podría ser castigado. Según esto la base del orden social es la fuerza.
Estas teorías de la fuerza deben basarse en una premisa fundamental que es que la distribución de poder en la sociedad es desigual.
Hobbes: plantea que mientras los hombres sean igualmente fuertes y capaces no hay sociedad posible, esta se constituye a partir del Leviatán. Esta es la teoría más sencilla de una teoría de elite. La única alternativa posible era la anarquía, la guerra del todos contra todos. Era partidario de la monarquía, entonces la elite era un individuo.
La interacción entre los gobernantes y los gobernados implica un debilitamiento de la teoría pura de la fuerza.
Relación entre la teoría de la élite y la coerción
El modelo coercitivo considera que la fuerza es el factor primerio de cohesión en la sociedad, y la teoría de la elite hace hincapié en la posesión de la fuerza por una minoría.
Los teóricos de las élites centran su análisis a las fuentes de dominación de éstas.
Para ellos las acciones de las élites no son simplemente relaciones de dominación, sino que deben tener en cuenta a las respuestas de los demás. Para estas teorías estas relaciones son necesarias pero no son la única razón para explicar el orden.
El orden monopoliza el uso de la fuerza a través de sus fuerzas legitimizadas, si se quiere hacer frente a esto se deben crear antagonismos internos o grupos de poder que compitan entre sí (policía secreta, milicias de partidos, etc)
La élite debe tener el apoyo de sectores clave de la sociedad (empresas, parlamente, fuerzas armadas, organizaciones religiosas, etc).
La causa de la existencia de la oligarquía es la necesidad del liderazgo: las masas por sí solas son inconstantes y pasivas, desean ser dirigidos y disfrutar de estar seguros.
Son conscientes del peso potencial de las masas y de lo que pudiera ocurrir si no le prestan atención asiduamente.
La teoría de la élite enfoca de manera más sutil que la teoría de la pura fuerza el problema de la obediencia social: sostiene que la fuerza es insuficiente para sostener la obediencia un período largo de tiempo, y que la prudencia de la élite y el cálculo es un nuevo factor necesario para la cohesión social.
Insuficiencias de la teoría de la coacción
Perspectiva simplista frente al problema de la obediencia.
No ofrece solución a largo plazo al problema del orden.
El ejercicio del poder engendra conflictos por sí mismo.
La delegación de poder en las sociedades amplias crea nuevos problemas de control e indica la necesidad de otras bases de poder y por lo tanto, de orden social.
No explica el origen de las sociedades “sin estado” o “acéfalas”. Se relativizan, ya que están muy lejos de su enunciado principal.
Tampoco ayudan a explicar a las sociedades complejas, sobre todo a los estados industriales desarrollados. (Caso de la URSS: se hizo uso de la fuerza en un primer momento pero luego también se los incentivó con otros métodos)
Algunos aciertos de la teoría de la coacción
Caso de Gran Bretaña: En un principio la fuerza fue lo único que los mantuvo unidos, mientras se desarrollaban distintos elementos en común. (idioma, economía, iglesia, etc)
Dirige la atención hacia una de las dicotomías centrales del pensamiento social y político europeo moderno: Estado y sociedad. El estado como monopolio del poder y de la fuerza, pero no puede hacer uso de estas atribuciones sin la legitimidad de la sociedad.
Teoría del interés
El problema del orden consiste en conciliar los intereses individuales o de grupo para llegar, al menos, a un mínimo de armonía entre los hombres.
Interés: mecanismo de conciliación y por lo tanto, del orden social.
Afirman que los hombres hacen lo que desean hacer y el orden social es el resultado de esto.
Consideración individualista del hombre: su actuación responde a motivaciones u objetivos fundamentalmente privados.
Estas teorías consideran que esos asuntos privados se transforman en medio de cohesión social y es en esto en lo que ponen el énfasis de su análisis.
La variante prudencial: Los hombres tienen intereses privados, pero se le presentan obstáculos naturales, por eso es que tienen la necesidad de crear un ámbito seguro donde puedan alcanzar esos intereses. Se establecen reglas que lo que hacen es dividir el trabajo. Los hombres son conscientes racionalmente de los beneficios de la cooperación y por lo tanto, del orden. Son capaces de prever las ventajas personales que produce un esfuerzo común. Lo central de esta variante es la gratificación, todos se benefician por igual luego de haber hecho un esfuerzo también equivalente. El punto débil es que no explica los hechos empíricamente comprobables que aluden a la estratificación social, o sea la desigualdad en la recompensa. El poder del estado es un peligro para los intereses individuales y grupales, no importa su origen ni justificación. Es la causa de la corrupción y la desigualdad en la sociedad. Existe una tradición anarquista donde se cree que la política es un mal NO necesario y una tradición no anarquista donde se cree que la política es un mal necesario pero ambas consideran que no es necesaria la fuerza, salvo para deshacerse de las instituciones de control político, responsables del desequilibrio del estado y la sociedad.
La variante de la competencia: Se considera al orden como consecuencia involuntaria de la interacción humana (contradiciendo a la variante prudencial donde esto era un proceso consciente). Cada hombre persigue su interés sin preocuparse por el de los otros. Motivados por el amor propio. La justicia es el modo de protección del robo de la ganancia que genera la competencia. Los hombres compiten por recursos limitados y lo hacen en desigualdad de condiciones. La sociedad está organizada desde lo económico pero consideran que hombres capaces con suerte pueden ser económicamente móviles. EL orden económico radica en que, mediante un intervención estatal mínima, haya una satisfacción generalizada y esto se traslada al orden social. La sociedad es una especie de espejo moral en la que se mira cada ciudadano. El orden es un producto de interacciones societales y el gobierno interviene sólo en ocasiones de forma muy superficial. El Darwinismo social equipara los intereses individuales con los grupales. Asegurar los derechos de cada uno es garantizar una vida social normal.
Teoría del consenso de valores
Se intenta explicar el orden social a partir de la noción de aceptación general de los valores comunes
Consideran sin sentido cualquier referencia al individuo si no se parte de la premisa que es un producto societal.
Deben llegar a cierto grado de acuerdo general sobre las orientaciones de valor básicas para gozar de estabilidad.
El elemento normativo de la sociedad es el ponerse de acuerdo, también, en los medios a través de los cuales los hombre pueden alcanzar lo valioso.
Hay valores sociales universales (Salud, etc) pero las normas pueden variar de un grupo a otro.
Los valores y las normas de la sociedad caracterizan su cultura y su estructura, constituyendo el ingrediente necesario del orden y la cohesión sociales.
Mantener el nivel de satisfacción (motivación) de la gente para que les permita participar en el sistema.
El orden social está implícito en la noción misma de los valores y las normas.
La fuerza y la coacción constituyen una categoría analítica residual en la teoría del consenso de valores, no es que se olviden de ellos pero no son considerados en el centro del análisis.
Insuficiencia de la teoría del consenso de valores
No explica como cierto grupo de valores y normal aparecen en una sociedad en particular y tampoco explica como puede haber diferencias tan grandes dentro de una misma sociedad en cuanto a éstos.
Hay demasiadas excepciones que no pueden explicarse desde esta teoría, los autores se preguntan si entonces no tienen ninguna importancia.
Carece de una perspectiva de las personas o los grupos y su influencia sobre los valores consensuados.
Para que se acepten esos valores, muchos fueron reprimidos, apaleados, etc. Por eso es que siempre va a haber personas que duden de ese consenso de valores.
Es muy difícil de medir y comprobar.
Los hombres obedecen porque es lo que está consensuado, no hay una razón, por lo que se hace imposible explicar como es que hay personas que no obedecen y porque sucede.
Conclusiones
Se debe buscar respuestas más actuales al problema del orden. Todo lo expuesto resulta anticuado, ya que hay ejemplos de sobra donde todas las teorías no tienen la capacidad de explicar que fue lo que sucedió.
Este análisis, por otro lado, permite llegar a cuestiones centrales de la sociología política, como la distinción entre sociedad y estado y el problema del orden social.
Posibilidad de describir las distintas relaciones entre el estado y la sociedad (desde los que utilizan la fuerza como método permanente hasta los que la utilizan como último recurso o de forma nula)
Las interconexiones entre la sociedad y el estado con mucho más complejas de lo que hacen suponer estas teorías.
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