"Rational Choice y las Relaciones Internacionales, Duncan - Teoría de las RRII 2 - LOPEZ CANELLAS"
- cecsprensa
- 22 nov. 2014
- 11 Min. de lectura
Desafíos para el Rational Choice.
Rational choice es uno de los mayores enfoques de los estudios de post guerra de las RRII.
Las críticas internas a cómo el Rational Choice conduce su análisis pueden dividirse en dos categorías:
-Fetichismo por los modelos matemáticos à este fetichismo lleva a sustituir el desarrollo teórico propio del sentido común por modelos complicados y abstractos. Aunque verdadera en cierta forma, esta crítica no aprecia el valor del uso apropiado de los enfoques técnicos.
- Falta de “piernas empíricas” à de acuerdo a esto, las propuestas no son testeadas de forma adecuada y, cuando lo son, encuentran poco soporte. En lugar de remediar esta deficiencia, se argumenta que el rational choice se ha retraído a especulaciones teóricas que son cada vez más irrelevantes. Hay un elemento de verdad en esto, ya que algunos enfoques de rational choice han estado más orientado en desarrollar argumentos teóricos de la política internacional que en evaluarlos. Aun mas, la versatilidad y flexibilidad del rational choice crean dificultades especiales para testearlo. Al final, los debates más interesantes deberían sobre cómo evaluar los modelos racionales empíricamente, ya que no hay desacuerdo en la necesidad de hacerlo.
Las críticas externas, se agrupan vagamente bajo la etiqueta constructivista y señalan que el rational choice enfatiza ciertos problemas y deja de lago otras cuestiones por asunción propia.
Snidal argumenta que los análisis de rational choice no pueden resolver todos estos desafíos, pero si pueden mejorarse tomándolos en serio y modificándose selectivamente en respuesta. Propone que el rational choice es una metodología que incorpora asunciones teóricas general pero que es bastante abierta en términos de contenido sustantivo específico. Rational choice es extraordinariamente flexible y es compatible con una amplia variedad de enfoques sustantivos. Otras limitaciones no son inherentes al rational choice, pero representan elecciones metodológicas que facilitan el análisis.
¿Qué es Rational Choice?
Rational choice es una gran empresa con límites permeables. Generalmente se lo ve como un enfoque metodológico que explica resultados individuales y colectivos (sociales) en términos de búsqueda de un objetivo bajo determinadas condiciones. Cualquier teoría metodológica que se diga racional, contiene una serie de propósitos sustantivos. El foco en la persecución de un objetivo presume que la explicación debe proceder en términos de actores relevantes, los objetivos que persiguen y su habilidad para hacerlo. El enfoque requiere también de una especificación de variables, que pueden ser tecnológicas, institucionales, o surgir de las interdependencias entre las decisiones de los actores. Dentro y detrás de esto, el rational choice está bastante abierto a distintas especificaciones alternativas. La teoría generalmente se emplea como una teoría positiva de cómo los actores se comportan en la práctica, pero también puede ser utilizada como una teoría normativa para evaluar el comportamiento de los actores o indicar cómo deben comportarse.
Una crítica del rational choice es que deja fuera del análisis la identidad y los intereses de los actores. Al funcionar como una teoría causal, el rational choice es generalmente criticado por asumir lo que es de interés - incluyendo las identidades de los actores, sus intereses y las estructuras institucionales o reglas de juego. Para estar segura, una asunción causal de rational choice debe ser clara sobre lo que considera endógeno y exógeno antes de proceder. Así es que define el alcance de lo que analiza e identifica varios factores que considera endógenos (para ser explicados) o exógenos (y los toma como dados). La justificación para ello es que los efectos de lo que se excluye son pequeños, o apenas inciden, en comparación con los efectos de las variables incluidas. El análisis causal ocurre cuando asunciones sustantivas de exogeneidad y endogeneidad son introducidas por razones metodológicas para trazar las implicaciones de cambio en un elemento y mantener otros elementos fijos o constantes.
El objetivo del rational choice es la simplificación, bajo la premisa de que buenas explicaciones minimizan las asunciones dadas. Esta simplicidad - y la estructura de algunos de los problemas analizados - lleva a la formalización. Otra razón por la que el rational choice enfatiza en la simplicidad, es para limitar su propia versatilidad y que sus explicaciones no se vuelvan tautologías.
Otro objetivo del rational choice es la generalización. Una virtud de los conceptos y modelos abstractos es que trascienden los problemas sustantivos. Una implicación inmediata es que el rational choice no es un enfoque singular sino más bien una familia de enfoques. Estos son altamente complementarios, al nivel de metodología básica, pero pueden ser completamente inconsistentes en términos de sus argumentos sustantivos.
Debates metodológicos y desafíos para el Rational Choice.
*Rational Choice y la Formalización.
Rational choice tiene una afinidad electiva por la formalización, que significa el uso de modelos matemáticos para representar argumentos teóricos y recurrir a versiones simplificadas del mundo real. Varias aplicaciones de rational choice pueden ser descriptas como “suaves”, siendo que no están fuertemente atadas a modelos o argumentos formales. Más aun, un indicador del éxito del rational choice formal es ver qué argumentos analíticos clave y qué conclusiones provenientes de las teorías de acción colectiva, teoría de la cooperación, etc., forman parte de nuestro vocabulario y de nuestro entendimiento de la política internacional. La persuasión del rational choice “soft” generalmente reside en la formalización “hard” que hay detrás de él.
Rational choice teorético no necesita apoyarse en modelos matemáticos. No existe una única manera de modelizar el rational choice. La tendencia a asumir que una clase de modelos (generalmente los más complejos o novedosos) es inherentemente superior generalmente está equivocada. La elección correcta del modelo, incluyendo el nivel de formalización, depende del problema sustantivo que está siendo analizado. Las representaciones simples han resultado tan importantes como las complejas, el ejemplo más obvio de estos es el juego del dilema del prisionero, que se ha vuelto prácticamente parte del vocabulario de la disciplina.
Se argumenta que la formalización del rational choice ha producido resultados que son contrarios a la intuición, que son “obvios”. El debate sobre ello carece de sentido por dos razones: primero, la mayoría de los resultados dejan de ser contra-intuitivos una vez que son propiamente entendidos. La teoría de acción colectiva y el dilema del prisionero son dos buenos ejemplos de lo que una vez fue sorprendente y ahora es conocimiento convencional. Segundo, y más importante, el ir contra la intuición es un criterio sobre valorado. En un campo que no tiene escasez de afirmaciones sin fundamento, la formalización realiza un servicio más importante al ayudar a trabajar la lógica subyacente y aclarar el terreno para las diferentes demandas
El desafío para el rational choice es encontrar una combinación apropiada de enfoques “soft” y “hard”. Ya que la teoría formal esta mucho más desarrollada, la mezcla contemporánea incluye y debería incluir algunas piezas altamente técnicas. Al mismo tiempo, el éxito real de estos modelos depende de varias cosas. Una es que el modelo en si no sea tan complejo que deje de representar de forma razonable lo que los actores son capaces de hacer. Otra es que la lógica subyacente sea explicada en términos “soft”, aun cuando eso signifique menos precisión, para poder así explotar las complementariedades entre los enfoques “soft” y “hard”. Los resultados formales pueden proveer un nuevo ímpetu para la especulación formal, formados por una base más clara y más capaces de enfrentar los problemas que deja la formalización “hard”. Finalmente, un criterio importante para evaluar el éxito del modelo es si puede ser conectado con evidencia empírica.
*Evaluaciones empíricas de los argumentos de Rational Choice.
El rational choice también ha sido criticado como insuficientemente sujeto a cuestiones empíricas, especialmente la comprobación. Esta es una queja importante y parcialmente válida. A veces el entusiasmo por el poder predictivo de una teoría desvía la atención del realismo y la comprobación empírica.
El rational choice como un todo no puede ser testeado; solo hipótesis especificas y teorías sustantivas dentro del rational choice puede ser puestas a prueba. El rational choice opera en un nivel tan general, y cubre una gama tan amplia de modelos, que no tiene sentido someterlo a comprobación. Más aun, en el nivel más abstracto, las conclusiones de rational choice son “verdaderas” por derivación lógica. Se las hace empíricamente relevantes, y falsables, solo al mezclarlas con premisas sustantivas. El rational choice no debe autoproclamarse capaz de explicar todo, ni se le debe asignar ese status. La pregunta apropiada debe ser si puede explicar gran variedad de fenómenos.
Una dificultad genérica en la comprobación empírica es que cuando el argumento o modelo falla, se busca reespecificarlo antes que abandonarlo. Esto es la vez una virtud y un defecto, no es único del rational choice, pero este lo magnifica por su versatilidad. Es una virtud porque la delgadez de cualquier teoría general significa que es poco probable que sus conjeturas coincidan con algún caso o serie de casos. La reformulación permite capturar matices y detalles que no habían sido teoréticamente anticipados o simplificar premisas poco realistas. Permite revisar antes que rechazar el modelo. El defecto correspondiente es que la revisión implica recortar la comprobación, y revisiones muy manipuladas llevan a demasiados ajustes para que todo encaje. Esto erosiona la lógica del descubrimiento, emparchando el modelo para que encaje. En un caso extremo, lo que se termina haciendo “racionalizar” el modelo antes que ponerlo a prueba.
Aunque la aplicación empírica del rational choice está atrasada respecto a su desarrollo teórico, una serie de atención y esfuerzos significativos se han dedicado a comprobar teorías de rational choice a través de métodos cuantitativos y cualitativos.
Sea en respuesta a las criticas o como una continuación natural de su programa de investigación, el rational choice está respondiendo a sus debilidades como una teoría empírica aplicada. El resultante crecimiento en trabajo empírico tendrá una serie de efectos benéficos. Mayor atención a las cuestiones empíricas promueve explicaciones que son más “gruesas” en la especificación de claves y contextos y para identificar mecanismos subyacentes. Mientras que el éxito empírico en la explicación y la comprobación sistemática reforzara el campo para aceptar estas explicaciones, las fallas empíricas identificaran aspectos de la política internacional que el rational choice no es capaz de explicar bien.
Desafíos sustantivos para el Rational Choice.
El desafío final para el rational choice no es si ha sido muy formal o si ha puesto poca atención en las cuestiones empírica en el pasado, sino que tan bien puede encargarse de cuestiones emergentes en el futuro.
*Incorporar dinámica y cambio.
El rational choice puede parecer ineficiente para estudiar el cambio. El concepto de equilibrio es inherentemente estático ya que se define como la ausencia de alguna tendencia a cambiar. La formal convencional de modelizar la “dinámica” ha sido redefiniéndola como una opción estática de una estrategia óptima de todos los tiempos, por lo general bajo el supuesto de preferencias estables. Aunque los modelos de juegos representen secuencias de decisiones en el tiempo, generalmente toman la estructura de la situación como fija y se concentran en determinar el resultante equilibrio.
El cambio generalmente es introducido a través de un análisis estático comparativo de cómo el equilibrio varia en respuesta a cambios exógenos. Las dinámicas actuales de proceso y tiempo no son descriptas, pero se consideran bajo la premisa de que los actores se van ajustando al nuevo equilibrio en la medida en que emerge. Esta falla para encarar el proceso y los mecanismos de cambio se vuelva más obvia cuando hay múltiples equilibrios por lo que la elección entre ellos necesita ser explicada.
Los análisis de rational choice de cooperación e instituciones introducen la posibilidad de cambio en la política internacional. La literatura sobre cooperación establece la posibilidad de mantener un equilibrio distinto que el previsto por los realistas. Las instituciones son vistas como facilitadoras para lograr el equilibrio cooperativo y reforzar y estabilizar dicho equilibrio en el tiempo.
Antes de detallar cambios en los actores y las preferencias, Snidal distingue dos razones por las que los análisis de rational choice en las RRII no se han encargado de esas cuestiones. La primera es porque son premisas sustantivas que son usadas en argumentos específicos pero que no son intrínsecas al rational choice. La mayoría de los análisis realistas y algunos institucionalistas rechazan la premisa de cambio fundamental manteniendo un énfasis sustantivo en los estados como actores centrales, con objetivos y problemas similares a los que enfrentaban en el pasado. Ello lleva a una segunda razón para evitar incorporar el cambio, el problema de las preferencias. Como las consideraciones de cambio introducen flexibilidad a los modelos racionales, y como las preferencias no pueden ser directamente observadas, este tipo de explicación se volvería una tautología. Para evitarlo, el rational choice se limita a sí mismo, excluyendo la cuestión de las preferencias. Sin embargo, esto también limita su posibilidad de examinar fenómenos importantes.
*Actores endógenos y preferencias.
Tradicionalmente el rational choice ha asumido que los actores y sus intereses estaban fijos en el análisis, y ha explicado el cambio en términos de variables cambiantes. Sin embargo, la premisa de las preferencias fijas no es siempre valida y no puede responder a todos los problemas.
Mientras que tratar a los estados como actores agregados con preferencias bien definidas es una premisa problemática para los análisis de rational choice, enriquecer la premisa provee una salida útil para analizar el cambio de preferencias. La lógica es que el cambio de las preferencias agregadas puede ser explicado en términos de cambio de influencia relativa de cuestiones subyacentes, y su comportamiento coalicional, aun cuando las preferencias de las cuestiones subyacentes estén estables. El cambio en las preferencias también puede ser resultado de variaciones en el tipo de régimen que determinan como se forman los grupos, o dentro del tipo de régimen, por variaciones en las reglas especificas de agregación. Estas derivaciones de preferencias agregadas imponen fuertes requerimientos empíricos y teóricos, pero ofrecen una manera de especificar las preferencias del estado que son previas a su comportamiento.
Un tipo diferente de cambio de preferencias ocurre cuando nuevos actores con objetivos diferentes entran en cuestión. La globalización, por ejemplo, puede reforzar a actores que sean desde activistas hasta empresas. Esto refleja la complementariedad de los enfoques racionalista y constructivista al examinar el impacto de nuevos actores, y no hay razón por la cual las explicaciones de rational choice no resulten valiosas al explicar la emergencia de estos actores no estatales a través de la misma lógica usada para explicar el levantamiento de los grupos domésticos de interés.
Un tercer caso es el de las decisiones deliberadas para cambiar actores y sus preferencias. Esto ocurre cuando los miembros de un acuerdo internacional, y por ello las preferencias de los actores relevantes, son objeto de decisión. El rational choice posee cierta experiencia empírica para tratar estos casos, como una cuestión de diseño institucional.
Finalmente, los actores a veces buscan de forma deliberada el cambio en función de sus preferencias nacionales. Al cambiar no solo su información, sino también sus valores compartidos respecto al comportamiento de equilibrio, cambian sus preferencias sobre cursos de acción, aun si sus preferencias subyacentes siguen estables. Una vez más, si el proceso refuerza la posición relativa de algunos actores domésticos, esto puede cambiar las preferencias de agregación del estado.
Más allá de estas posibilidades, el rational choice debería continuar modestamente sobre el alcance de los que puede ofrecer a los análisis sistemáticos de los problemas de cambio en los actores y en sus preferencias.
*Análisis normativos y de política.
Si bien es justo decir que el rational choice en las RRII no ha alcanzado su potencial normativo, no es justo decir que no puede hacerlo. El rational choice contiene importantes elementos normativos. En un nivel de actor individual, es implícitamente una teoría de cómo debería comportarse la gente dada la pregunta ¿Cuál es la mejor elección? (en determinada situación). En un nivel colectivo, examina como los grupos pueden mejorar a través de la cooperación para llegar a un mejor equilibrio. Pero mientras que están consideraciones de eficiencia tienen un alto contenido normativo, el rational choice debería encarar otras consideraciones normativas.
Un giro a preguntas normativas también sugiere la necesidad de variar el énfasis de las herramientas entre aquellas de las que el rational choice dispone. Una preocupación primaria por problemas de fortalecimiento y problemas asociados de intención e información llevan al énfasis en teoría de juego no cooperativas como el método de análisis apropiado. Mientras que el fortalecimiento se mantiene como una cuestión importante, no es la única cuestión. Otros modelos que desenfaticen los problemas de fortalecimiento pueden ser más valiosos para estos nuevos problemas. La teoría de juegos cooperativa con el foco en como las ganancias de la cooperación están divididas, puede proveer mejores miradas de las cuestiones de distribución.
Conclusión.
Mientras que el análisis de las rrii en términos de agentes que persiguen un objetivo ha sido durante largo tiempo parte central de la teoría de las RRII, los análisis de rational choice se han vuelto más explícitamente teóricos al proponer resultados analíticos tanto formales como informales. El rational choice no puede resolver todos los desafíos que sus críticos le imponen, pero al tomarlos en serio, incrementa su poder de ampliar nuestra comprensión de los asuntos internacionales.
Si bien el rational choice tiene defectos, algunas de sus fallas aparentes son mejor entendidas como importantes características del mundo o como resultado de estrategias apropiadamente precavidas para analizarlo. Los modelos de rational choice que dejan de lado consideraciones importantes como el cambio en las preferencias restringen su habilidad para tratar otras cuestiones internacionales importantes. Pero esta limitación puede tener beneficios al permitir que otras preguntas sean estudiadas más cuidadosamente.
Aun así, el rational choice en las RRII no debe ser ni defensivo ni arrogante. No debe ser defensivo porque ello permite que se logren avances significativos en el entendimiento de la política internacional. No debe ser arrogante porque sus críticos han identificado sus defectos en sus trabajos teóricos y empíricos. El rational choice no puede responder a todos los desafíos, y las respuestas que puede dar son en general “soft” si se las compara con sus aspiraciones.
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